Sobre mí

Dayana Araque

Fisioterapeuta especializada en suelo pélvico, certificada en pilates, hipopresivos y entrenamiento funcional. Sin embargo, mi mayor presentación es ser madre de dos niñas, quienes me han llevado hasta aquí, ¡hasta ti!

Yo, al igual que tú, desempeño muchos roles en mi día a día, como cuidar de mis hijas, labores del hogar, ser esposa, trabajo profesional, por lo que también reconozco que es común dejar a un lado y como última prioridad, ¡SER MUJER! Si, dejamos de último cuidar de nosotras mismas y tomar acción, pero si no lo haces tú, quién lo hará por ti?. 

Por eso, me dedico a ayudar a mujeres que quieren mejorar ese aspecto de su vida, responsabilizándose por su condición física, uno de los pilares fundamentales en el concepto de salud.

Me gradué en el año 2009 como técnico superior en fisioterapia en el Colegio Universitario de Rehabilitación May Hamilton en Caracas, Venezuela, mi país de origen, dos años más tarde, en el 2011 saqué el grado de Licenciada en fisioterapia por la Universidad Columbus University de Panamá.

Enamorada de mi carrera, con ilusión y muchas ganas de ejercer , desde antes de graduarme ya trabajaba en dos clínicas diferentes del área de traumatología, al mismo tiempo que daba clases de pilates y trx grupales, incluso  estando embarazada estuve activa hasta el día de antes de nacer mi primera hija.

En 2015, acepté una oferta de trabajo como profesora en una universidad de fisioterapia en Puebla, México (IPETH). Me aventuré a emigrar con toda mi vida y mis títulos en una maleta a un país donde no conocía a nadie, sola con mi hija y mis ganas de progresar. Allí pude experimentar la fisioterapia desde otro punto de vista, el de la formación y la docencia.

Un año después, en la misma ciudad, abrí mi consulta en un centro de CrossFit, un sistema de entrenamiento que sigo practicando y que forma parte de mi vida. Allí conocí a quien más adelante se convertiría en mi esposo, un español de la ciudad de Valencia, motivo por el cual emigré nuevamente a finales de 2017.

Así, otra vez puse mi vida y la de mi hija en una maleta para cruzar el charco y comenzar de cero en un país totalmente desconocido. Es entonces en la ciudad de las artes y las ciencias donde finalmente me he asentado y formado mi hogar.

En España, he visto otro nuevo punto de vista de la fisioterapia, homologué mi título, tuve a mi segunda hija y me adentré en la formación de lo que hoy en día me apasiona: la salud de la mujer y cómo enfrentar el embarazo y recuperación postparto con la mejor forma física posible

Durante toda mi carrera, me he certificado en diferentes cursos, diplomados, talleres, etc., siempre relacionados con el ejercicio. Sin embargo, mi mayor inspiración crecimiento profesional ha sido la experiencia de mi propia recuperación después de vivir las consecuencias de los embarazos (dos cesáreas).

Después del embarazo y parto de mi segunda hija, siendo fisioterapeuta y conociendo bien la base del ejercicio, aún así, tuve muchas dificultades para recuperar mi cuerpo.

A pesar de lo absorbente que es tener una niña en edad escolar y un bebé recién nacido, hacía el esfuerzo de sacar tiempo y energías de donde no tenía para entrenar en el gimnasio, pero la recuperación era lenta.

Notaba que, después de semanas, seguía con un abdomen prominente y abultado que no correspondía con el resto de mi cuerpo y, lo que más me preocupaba, la incontinencia.

Fue entonces cuando descubrí que tenía diástasis abdominal y que los entrenamientos que me funcionaban antes del embarazo ya no eran tan beneficiosos ni apropiados en el posparto. No estaban enfocados en solucionar mi problema: rehabilitar la función de los tejidos y estructuras más afectadas por el embarazo y parto, es decir, suelo pélvico, faja abdominal, glúteos y aquellos encargados de la respiración y la postura de una manera más especial y específica.

Mis síntomas incluían un abdomen flácido y abultado, dolor y alteración de la sensibilidad alrededor de la zona de la cesárea, digestiones pesadas, inflamación abdominal con cualquier cosa que ingería, dolor lumbar y escape de gases. ¿Te suena familiar?

Muchas mujeres también sufren de dolor durante las relaciones sexuales, prolapsos de órganos pélvicos, incontinencia de orina o heces, afectando no solo lo físico, sino también el estado psíquico y emocional.

Cuando di a luz, nadie me dijo que debía acudir a una valoración de suelo pélvico con un fisioterapeuta especializado. Pensaba que con la valoración ginecológica estaba todo bien y que solo tenía que cuidar mi alimentación y entrenar fuerte. ¡Pero no! Eso no fue suficiente.

Hice la especialización en fisioterapia de suelo pélvico en la Universidad de EUNEIZ, ya que comprobé que, por falta de información, guía y autoconocimiento de nuestra anatomía femenina, cometemos errores determinantes con hábitos y actividades. Estos, sumados a los cambios que a lo largo de los años sufre el cuerpo de la mujer, afectan la salud íntima y solemos ser conscientes de la situación cuando ya han pasado años del origen del problema, tras una cadena de síntomas que se van presentando.

En la búsqueda de mi propio tratamiento, después de mucho investigar, ensayar, errar y practicar, he reunido las herramientas clave que me facilitaron la recuperación total y que he aplicado con éxito en mis pacientes.

En vista de la gran necesidad de informar a todas aquellas mujeres que se encuentran en la misma situación, me he enfocado en los últimos años en el mundo del suelo pélvico, la potenciación del abdomen, la prevención desde el embarazo, la recuperación posparto, los tratamientos de fisioestética o dermatofuncional y la alimentación antiinflamatoria. Cada día me voy actualizando para dar lo mejor de mí a mis pacientes.

Mi objetivo es poder llegar a muchas mujeres más allá de las distancias y fronteras, acompañarlas en su proceso. Por ello, he reunido mis conocimientos y experiencia para ofrecerlos a través de programas en línea: una herramienta digital accesible para todas aquellas que necesitan optimizar su tiempo y recursos, permitiéndoles participar desde cualquier lugar y en cualquier momento. Si te identificas con lo que te acabo de contar, mis programas te harán sentir la diferencia desde el primer día y verás cambios significativos en pocas semanas.

Hoy te animo a asumir la responsabilidad de tu salud y tomar la decisión de dedicarte tiempo a ti misma con estos programas que puedes realizar desde la comodidad de tu hogar. Recuerda, no podemos cuidar de nuestra familia si primero no cuidamos nuestra salud. Por eso, recuerda que ‘tu cuerpo es tu templo’.

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